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MARCO TEORICO





1.      MARCO TEÓRICO
Las ondas de choque tienen origen en los sistemas de litotricia que es el campo donde se empiezan a aplicar. Evolucionando desde las antiguas "bañeras" hasta el sistema de litotricia actual su uso se ha extendido a otras patologías. 
Ondas acústicas de muy alta energía, que pueden generarse de distintas formas y se aplican en la zona dolorosa mediante un cabezal libremente móvil.
Sus principales beneficios son el rápido alivio del dolor y restauración de la movilidad. Esto, aunado a ser una terapia no quirúrgica, sin necesidad de analgésicos, lo convierte en una terapia ideal para acelerar la recuperación de multitud de lesiones.
Tal aceleración de la curación se debe a la reagudización y reactivación de la célula provocadas por los estímulos mecánicos de las ondas de choque, lo que puede revertir un proceso crónico gracias a que las células recuperan su funcionalidad.
Ondas de choque: epicondilitis
Dentro del ámbito de la fisioterapia, los dolores del antebrazo y, sobre todo, de esos tendones llamados epicondíleos, resultan muy comunes entre personas que practican deporte. Gracias a las ondas de choque, la epicondilitis se trata y se cura con un alto porcentaje de éxito. El también denominado codo de tenista tiene consecuencias que pueden ir desde las molestias leves hasta casi imposibilitar cualquier movimiento o torsión de la mano, muñeca o antebrazo, debido al intenso dolor.
Ondas de choque para tendinitis
Cuando los tendones se inflaman, entre las consecuencias están intensos dolores y molestias. Una vez que eso se produce en un determinado paciente, hay muchas probabilidades de que le vuelva a ocurrir. Por eso, un tratamiento con ondas de choque supone una mejoría rápida y evidente en su estado, al tiempo que una estrategia de prevención ante nuevos casos.
Ondas de choque: calcificaciones
Cuando un tejido se lesiona repetidas veces, sus células tienden a hacerse más duras, lo que aumenta la posibilidad de nuevas lesiones. Es lo que se denomina calcificación. Reblandecer y conseguir una regeneración de la zona puede hacerse de varias formas, siendo una de las más eficaces y rápidas la terapia mediante ondas de choque.
En el tratamiento con ondas de choque en fisioterapia, se aplican de 1 a 4 ondas acústicas por segundo en un gel que las transmite en una sola dirección a través de un transmisor. La energía cinética del proyectil, generada por el aire comprimido, se transfiere al cabezal en el extremo del aplicador y se adentra en el tejido. Hay dos tipos de aparatos de ondas de choque que se diferencian principalmente en la manera en que la onda acústica se propaga en el momento de su aplicación.
Como hemos señalado, las reacciones biológicas ante la terapia con ondas son múltiples y complejas, aunque resumiendo podemos destacar un efecto analgésico temporal y una regeneración tisular paralela.
Efecto analgésico: El efecto analgésico se produce por la inhibición de la Sustancia P. La sustancia P es un neuropéptido que actúa como neuromodulador y neurotrasmisor del dolor.
Regeneración tisular: La regeneración tisular viene dada a corto plazo por el aumento de la irrigación sanguínea y la posterior creación de factores de crecimiento autólogos y de células madre.
Los efectos fisiológicos de la terapia de ondas de choque y su forma de acción son los siguientes: causar microscópicos efectos biológicos intersticiales y extracelulares que producen una mecanotrasducción que fomenta la regeneración de tejidos. A partir de este efecto general fisiológico se producen los siguientes efectos:
Efectos analgésicos: por destrucción de terminaciones nerviosas no melianizadas, por inhibición medular e inhibición de terminaciones nerviosas por liberación de endorfinas como por saturación de factor P.
Efectos antiinflamatorios: por degradación de los mediadores de la inflamación por hipertermia inducida.
Aumento temporal de la vascularización: por parálisis simpática inducida por las ondas de choque.
Activación de la angiogénesis o formación de nuevos vasos sanguíneos: por la rotura intraendotelial de los capilares con migración de las células endoteliales al espacio intersticial y activación del factor angiogénico.
Fragmentación de los depósitos cálcicos: este se produce por el propio efecto mecánico de las ondas sobre los depósitos cálcicos mediante fuerzas tensiles dinámicas en el propio estrato cálcico





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